El rito de la Paz de forma correcta (Según la nueva edición del Misal Romano)
Significado del rito de la paz
En la liturgia romana el rito de la paz antes de la Comunión, tiene un significado teológico propio. Este gesto escenifica la paz, la comunión y la caridad. Por una parte, la Iglesia implora paz y unidad para sí misma y para la humanidad. Por otra parte, los fieles expresan la comunión y la caridad entre ellos.
Forma correcta de dar la paz
Con el fin de no romper el clima de recogimiento de la misa y entorpecer los ritos posteriores, la paz debe darse con sobriedad a quienes tenemos más cerca. (Una pista: derecha, izquierda, delante, detrás). Se trata de un rito breve, que no debe acompañarse de un canto, porque lo alarga innecesariamente y además no existe canto de la paz en el rito romano.
(Véase nº 82 de la Instrucción General del Misal Romano) Ver más pinchando en este enlace
Incluso el oficiante puede suprimir la paz si considera que, por las características de la celebración o los asistentes, el rito puede convertirse en un tumulto.
Conductas a evitar
Lo que voy a explicar a continuación podría parecer un chiste, pero no lo es. Raro es el domingo que no contemplo alguno de estos excesos durante la paz. Incluso hay domingos que los contemplo todos juntos, esto depende de la formación y saber estar en la iglesia de los feligreses del día.
- No es conveniente estirar el cuerpo con el fin de alcanzar el otro extremo del banco, ni dos bancos más atrás, a modo de gimnasta haciendo la plancha. Es peligroso, he visto gente besar el suelo en lugar de a su sobrina.
- No procede recorrer el pasillo de la iglesia a toda velocidad para darle la paz a tu abuela, por mucho que la quieras. Esto mismo lo hacen veinte niños más como tú y momentáneamente aquello parece el patio del colegio. También es peligroso: tropiezos, pisotones, cabezazos y empujones. Si a alguien le pisan un juanete en este trasiego, pierde toda la paz que le hubiesen dado.
- El rito de la paz tiene su momento, cuando se acaba, se acaba. No es adecuado que mientras el sacerdote parte el Pan y se canta el Cordero de Dios, los feligreses continúen a lo suyo, hasta que no quede un primo segundo, ni una tía abuela sin el correspondiente beso de los familiares más efusivos.
Esto es el equivalente a que, una vez terminado el Padrenuestro, una porción de asistentes rezagados, mientras el sacerdote proclama: “Líbranos de todos los males, Señor y concédenos…..“, ellos dijesen en voz alta: “…..como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…”. Eso daría vergüenza, por eso nadie lo hace. Pues igual de feo queda dar la paz durante el Cordero. Aquí el peligro reside en la ofensa a Dios y el ridículo por ignorancia o chabacanería.
Interesante. Me ha encantado, muchas gracias.
Muchas gracias a ti por mostrar interés.
Muy buena la catequesis sobre el rito de la paz, en otras ocasión había oído hablar sobre el tema pero de una manera muy simple, lastima que cuando se dan estas aclaraciones muchos no la aceptan por puro sentimentalismo….
Y tu eres de los que creen que lo canonico supera el sentido comun de lo actuado por Jesús… “dejen que los niños vengan a mi”… parrafraseando: por que como son incapaces de amar a los otros creen que tienen un amor especial por Dios. En tierras de mision este momento es de mas conversion que la propia predicacion.
la riqueza de un Cristiano es estar formado
Ojalá todos los sacerdotes lo supieran y pusieran en práctica, aquí en mi estado y particularmente en mi diócesis hasta el señor Obispo invita a los feligreses a darse el saludo de paz con beso y abrazo y otros sacerdotes siguen su ejemplo, además los señores curas permiten que la bola de niños suban hasta el altar a darle la paz a ellos y a los ministros que están en el presbiterio. Tenemos muchos curas que no saben lo que significa la Santa Misa
porque debe ser gente que se crea que esta en una reunión familiar en vez de en misa
sería mejor que se omitiera el saludo, para que la gente no ofenda a Dios olvidando que Él está presente en el altar.
Pues desde la pandemia el rito de la paz es un caos.
Ahora se ha convertido en hacer la gallina.
Está el sacerdote en el Cordero de Dios y todavía hay señoras agachando la cabeza a no se sabe quien. A mí me quita la devoción, pues me causa risa ver el espectáculo.
Pero no creo que ofenda a Dios. Más bien se debe partir de la rosa también.